tú, tú, y tú, metidito en mi cabeza, ya te sientes como en casa.
son las tres de la mañana y aun no me he dormido, otra noche más. no sales de mi mente nunca, y eso me da rabia, pero aunque insista en que quiero que salgas, se que en realidad quiero que te quedes, y eso si que me pone nerviosa, aunque de vez en cuando aparezca sin avisar una sonrisa de idiota en mi cara, en la de una tonta enamorada.
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